La belleza auténtica es la que expresa la verdadera naturalidad, aquella que permite a cada mujer sentirse bien consigo misma y mostrar en todo momento su mejor versión.
La belleza auténtica es natural y sencilla, pero sobre todo real. ¿Qué puede ser más bello que sentirnos orgullosas de quiénes somos y cómo somos?
La belleza auténtica no trata de cambiarnos, o de ocultar partes de nosotras, atendiendo a cánones con los que no nos sentimos identificadas.
Autenticidad es ser nosotras mismas siempre, sintiéndonos bien en nuestra piel, cuidándola, protegiéndola y valorando lo que nos hace diferentes.
Porque no hay nada más auténtico que ser fiel a una misma.